Minuto, ¿De dónde viniste?...

Con los años que tengo pisados aprendí
que hay, entre tantas cosas que entendí,
tres "Adioses" distintos por decir.
El Adiós indiferente:
"A mi, no me cambia que vos te vayas..."
El Adiós doliente:
"Para saludarte no tengo agallas,
y sufro, y no quiero que te vayas"
Y por último, el Adiós más hiriente:
"...Y te vas... Y qué alivio que te vas!,
porque quiero que te vayas!!"
Pero el Adiós que cuento hoy es diferente:
"Me voy, y no quiero que te vayas",
este es doliente y no me es indiferente.
Sólo que es correcto que así lo sea,
¿Cómo entonces puede ser que esto sea
una despedida o un adiós, y quizás ni te vea?
Por eso éste es diferente, no se llama del todo "Adiós",
es como... independencia o separación.
Éste es distinto, como no lo son los otros tres,
es un Adiós, y si no es hoy, mañana, "Hola" otra vez?
Algo así fue ayer...
Mirá si te dije halagos alguna vez,
es que ayer, hice lo que pude; y solo te murmuré
"Estás terrible y fuertemente hermosa..."
Y correlativo, vino ese minuto desapercibido,
Castigante, molesto, cruel y Odioso!!,
a descargarme inseguridades y dudas lacrimosas,
para hacerme acordar, que hoy, nada está prohibido.
¿Qué cosa me imagino,
que si no es hoy, es mañana,
y junto con vos de algo me río?
Ese inesperado minuto..
Minuto, ¿De dónde viniste!? ¿Quién te llamó!!?
Minuto confuso, lento y difuso. Me dejó a modo de insulto,
algo claro, que ahora, en el corazón amarro.
Que si hoy sufro, estoy triste e inseguro,
mañana será pasado, y seré más feliz seguro.
Porque acá no hay adiós; ni despedida, ni partidas de ajedrez,
ya que sé que es posible,
que mañana,
yo te viera otra vez...