... Con las Alas del Alma desplegadas al vient¤ ...

sábado, 3 de septiembre de 2011

Arreglar el mundo



Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba resuelto a encontrar medios para disminuirlos. Pasaba días encerrado en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo, de siete años, invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuera a jugar a otro sitio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí, el padre procuró algo para darle al hijo, con el objetivo de distraer su atención... De repente tomó un planisferio de una revista, y, con una tijera, recortó el mapa en varios pedacitos. Miles de pedacitos.  Junto con un rollo de cinta adhesiva, se lo entregó al hijo diciendo:

- ¿A vos te gustan los rompecabezas? Entonces te voy a dar uno. Te voy a dar el mundo para arreglar. Acá está el mundo, en miles de partes y todo roto. Armalo, arreglalo todo vos solo… Haber si podes…
Calculó que al niño le llevaría meses para recomponer el mapa. Pero ese nene, calmado y con paciencia, con mucho trabajo comenzó su sano entretenimiento.  Algunas horas después, se oyó la voz del hijo que lo llamaba calmamente:

- Papaaa, Papiii… Papa! Swwiht!, viejo! ; Ya termine todo!
Al principio el padre no dio crédito a las palabras del hijo. ¿Sería imposible a su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto?. Entonces, el científico levantó los ojos de sus anotaciones, seguro que vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo!. Todos los pedazos habían sido colocados en sus sitios. ¿Cómo sería posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?

- Vos no sabias como era el mundo, hijo. Si todavía no sabes nada de eso.. ¿Cómo hiciste!??¿CÓMO!!??

- ...Ahh, papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando me quitaste el papel de la revista para recortar, yo vi que del otro lado había la figura de un hombre... Cuando tú me diste el mundo para arreglarlo, yo lo intenté pero no lo conseguí. Entonces me acordé del hombre, di vuelta a los recortes y empecé a arreglar el hombre, que yo sabía cómo era.
 CUANDO CONSEGUI ARREGLAR EL HOMBRE, DI VUELTA LA HOJA Y ENCONTRE QUE HABIA ARREGLADO EL MUNDO...

   

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