Romance de un perseguido

"Para qué Dios me hace querer 
con un amor tan profundo, 

para qué si después el mundo 

se me vuelve padecer, 

para qué si no he de tener más 

que espinas en mis huellas 

busco la luz de una estrella, 

si no me la dejan ver. 

Yo que siempre anduve solo, 

sin más consuelo que el llanto, 

con haber querido tanto 

ya ni me dejan querer, 

la injusticia y el poder me obligan 

a andar mal tratando... 

y vos prienda de mi vida, 

madre de mi esperanza, 

pones en mi la confianza, 

y desangrás por mi herida, 

en tu carita afligida 

veo toda la ternura, 

capullo de tu hermosura, 

boca de fuego encendida, 

yo soy el ave cautiva, 

en el cielo de tu altura. 

Por vos conocí las ganas, 

de latir en un abrazo, 

y en mi desértico caso, 

fuiste la aurora temprana, 

por vos remonté en ufana, 

rectitud en el intento, 

por vos conocí el lamento 

de sentirme perseguido, 

y en mi alivio enloquecido, 

sentirte como te siento."