Quizás

Este quizás, el quizás poético, da lugar para cualquier poetización de cualquier ámbito, pero ¿A qué me re fiero con este “Quizás”?, al quizás más doliente, al quizás más oculto, al quizás al que nadie le gustaría tener, como lo tengo yo ahora.


Quizás, quizás no sea ese tipo feliz, que lo conoces como feliz, quizás no sea ese tipo que da felicidad a todo el mundo, quizás este tipo, es más triste de lo que imaginas y sabes que este tipo tiene tanto dolor dentro de sí, que le resulta imposible expresarlo en palabras, tanto dolor, que lo canaliza derrochando bondad a su alrededor, haciéndolos felices, porque eso es lo que hace, feliz a los demás, estando feliz él. Aquí entran los “quizás”, quizás él no sea así cuando no tiene a nadie para hacerlo feliz, él es lo opuesto siempre se muestra feliz ante las personas a las que desea hacer feliz. Pero sabe en su inmenso dolor que no es así, este mismo, sabe que no es así, al par que es feliz y contagia, es triste y se calla. No hay peor cosa para uno que su propio silencio, que silenciar sus gritos. Él sabe que mientras ella piense “él es feliz”, ella lo va a tener presente, no de la forma que él quiere, sino presente, al menos notarará su presencia. Pero sabe que si ella piensa “es triste”, por ello no tiene muchas cualidades de persona correcta y común; coherente.
En fin, ¿Qué hacer? ¿Ser feliz y contagiar? ¿Ser triste y hablar? No se... En medio de este juego de palabras, el dolor antes mencionado ya no me deja deletrear. Se que no demostrarás tus celos ante ella, causará obsesión y tristeza, engaño…Llanto, llanto…solo si es ella la correcta... Llanto, llanto...alegría, alegría y felicidad sincera y plena, y podrá contagiar… ¿Qué hacer? Ninguna opción es correcta, es claro lo que no hay que hacer, y te llevará a una de ellas, entonces de las cuales una es correcta.