... Con las Alas del Alma desplegadas al vient¤ ...

jueves, 17 de febrero de 2011

El Sueño del Rey Alfonso

  
Alfonso, Rey de León y Galicia, en su juventud llevaba una vida no muy santa.
Una noche tuvo un sueño espantoso que vino a cambiar su vida por completo... 


... Vio que llegaba a la eternidad y al querer entrar al cielo se le impedía la entrada por no llevar el "Traje de Gracia y Buenas Acciones", que se exige para poder salvarse.
En ese momento apareció Nuestro Señor y ordenó que pesaran en una balanza las Acciones Buenas y las Acciones Malas de Alfonso, para saber qué destino le correspondía en la eternidad.
Echaron al lado derecho de la balanza las Acciones Buenas que había hecho, y al izuquierdo las malas, y éstas resultaron mucho más numerosas que las buenas. Así que la balanza se inclinó a la izquiera y , mientras los demonios y diablos danzaban de alegría, iba a ser dictada la sentencia de condenación contra él.


Pero en ese momento apareció la Vírgen María y colocando su Rosario en el lado derecho hizo que la balanza se inclinara totalmente hacia las Acciones Buenas. Los demonios protestaban furiosos gritando que aquello era una trampa, y Nuestro Señor le preguntó a la Buena Madre Celestial: 
 - "Madre, ¿Por qué has hecho esto?". -
 - Y ella respondió: - "Es que este joven Alfonso ha rezado muchas veces mi Rosario. Y yo con esto quiero pedirte que no lo dejes condenar, porque es mi devoto" -
 - Entonces Jesucristo vuelto hacia el pobre Alfonso, que temblaba de susto, le dijo: - "¿Has visto?. Mi madre te ha salvado porque tú le rezas a Ella con frecuencia. Te dejo un poco más de vida, pero aprovecha este tiempo para quitar del manto de tu alma la mancha de tantos pecados, y dedícate a hacer Buenas Acciones". - 


Cuando se despertó el Rey estaba 
transpirando de tanto miedo. Y desde ese día dejó las malas amistades. Abandonó sus juegos de azar y sus chistes de mal gusto; venció a todos sus vicios y empezó una vida totalmente nueva y buena.
Confesó muy arrepentido todos sus pecados y comenzó por pedir disculpas a todas aquellas personas a las que él había ofendido, para que el manto de su alma quedara puro y limpio; Empezó cada día a hacer cada vez más Buenas Acciones.




 Y si tú te murieras hoy ¿Qué tal estaría tu balanza?, ¿Podrías contar con la Virgen para salvarte?.




     

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