El distraído tropieza con ella.
El violento la utiliza como proyectil.
El emprendedor, construye con ella.
El campesino, cansado, la utiliza de asiento.
El bohemio, hace sapitos en el lago.
Para los niños, es un juguete.
Drummond la hizo poema.
Pedro Picapiedras, su casa.
David, mató a Goliat.
Y Michelangelo le sacó la más bella escultura.
¡¡En todos estos casos, la diferencia no está en la piedra sino en el hombre!!!
No existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
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