La vida me enseño a asociar calma y placer con café.
La vida me enseño a asociar sueño con comodidad y tele con sofá. Me enseño a asociar miedo con fuerza, madera tallada con prolijidad y agua con libertad.
La vida me enseño a asociar té con merienda, desayuno con tostadas de manteca y miel. Me enseño a asociar humor con Chaplin, hobby con colección, espadas con paraguas y sandía con infancia.
La vida me enseño a asociar perro con correr, correr con moverme, helado con $0,25 y milanesas con puré. La vida me enseño a asociar brillante con serenidad, barro con desquitar, arena con pozo, y playa con nadar. Me enseño a asociar sacrificio con dentista, y blanco con hospital.
La vida me enseño a asociar exageracion con santidad, Iglesia con casa, y casa con tradición. Tango con
seducción, folcklore con raíces, hábitos y culturas; banderas con sotanas, y la letra E con excepcional.
La vida me enseño a asociar estantería con estilo, el hilo con decoración y una canción con sentido. Cuadro con recuerdo, tu mirada con expresión, mugre con humildad, gato con suciedad, sexo con postre y postre con flan.
La vida me enseño a asociar estante con escuadra, lápiz con pintar, pintar con verde y verde con pulóver. La vida me enseño a asociar abuela/o con sabiduría la primaria con guardapolvo, pedalear con velocidad, y trompeta con natación. Metralleta con rosario, caminar con Lujan guerrilla con evangelizar, y también perdonar con el número 100.
Pero en la vida nunca podre asociar tu cuerpo y el mío en una sola piel.
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