Hoy me encuentro aquí,
escribiendote a tí.
No me preguntes cómo fue,
no me preguntes cuándo,
no me preguntes dónde ni por qué.
Porque la pura verdad,
es que yo no sé.
No sé cómo me enamoré,
no sé, y no me importa ya saber.
No quiero saber
si fue a la fuerza,
si fue por Amor
o por necesidad.
Apareciste,
cuando ya habías aparecido.
Me enamoraste,
cuando ya me había enamorado.
¿Eres para mí?
No lo sé, y en realidad,
tampoco eso me interesa.
Capás que no, capás que sí.
Eres diferente de mí,
y yo tampoco quiero,
ser igual a tí.
No me preguntes,
cómo ni por qué.
Poco me importa,
tu opinión de mí.
Decide tú sobre mí,
quiéreme o déjame.
Eso, perdón,
no cambiaría mi amor por tí.
Pero eso sí, que mi vida cambiaría.
No me preguntes si es posible,
tener algo contigo.
Ni tampoco me preguntes,
si tú puedes estar conmigo.
No me preguntes lo que no sé.
No me preguntes esas cosas de tí.
No sé responder.
No puedo responder.
No me preguntes nada de eso.
Sólo pregúntame cuánto te quiero.
Yo siempre responderé,
"Te Amo!"... Una y otra vez...
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