... Con las Alas del Alma desplegadas al vient¤ ...

sábado, 16 de junio de 2012

Latidos


Quienes no me conocen creen que tengo el tamaño de un puño cerrado,
solo puedo decirte que varía según la edad.
Soy un Corazón, el tuyo, el de otro, no importa de quién.
Para vivir sin equivocarme debo ser asistido o acompañado por la razón ya verás por qué.
Los mortales afirman que por ser un músculo no siento dolor y yo les pregunto... cuando hacen ejercicios ¿No les duelen los músculos de las pantorrillas o de los brazos?.
Soy igual a cualquier otro órgano del ser humano, nadie nos puede ver, te aseguro que siento dolor, dolor que no puedo explicar con palabras.
Sufro las decepciones, la apatía, el desgano, el desamor.
Vibro en alta frecuencia cuando encuentras a la persona que amarás el resto de tu existencia o solo por un instante. Estoy acostumbrado al vértigo de la vida diaria.
Galopo en tu pecho cuando recibes las primeras caricias que preludian la unión de los cuerpos o ante el robo del primer beso.
No puedo tener una vida errante si bien vivo diferentes estadios.
No descanso nunca, mis pausas están establecidas por tus sueños, en esos instantes si bien mi ritmo respeta un compás, es más lento, lo hago para que mañana tengas la dicha de despertar.
Despertar florido, albas majestuosas que te hacen resonar.
A tu lado aprendí a reconocer la belleza del paisaje, henchido de paz acompaño tus momentos.
Me conmueven hasta las lágrimas tus silencios, silencios que muchas veces tienen razón, otras no.
No creas que no me enfermo, te cuento que tengo terror a los quirófanos, salas muy asépticas, silenciosas, frías, despojadas de todo.
Las luces que prenden de los techos están a sobre mi, hasta que la anestesia me suma en un sueño profundo, solo las manos prodigiosas de los doctores sabrán si despertaré o comenzaré mi viaje a la eternidad.
Escucho sus palabras, breves, concisas, sé que me dejarán al descubierto separando las costillas para verme en profundidad.
Pocas veces me muestro desnudo, entiendo que esas ocasiones son inevitables si quien me porta quiere continuar el destino signado.
Noto tu preocupación cuando me encuentras demasiado cansado y la ciencia no tiene mucho más por hacer, comprendo que los doctores harán todos los esfuerzos necesarios para que siga latiendo.
Hoy el desafío es grande, estoy latiendo dentro del cuerpo del joven que escribe esto, y te escribo a ti, corazón, mi amada que gota a gota me correspondes.
Yo sé que pese a los pronósticos adversos del día que me esté apagando y envejeciendo, los médicos harán todo lo que esté en sus manos para que luche por un latido más, un segundo más de vida tendrás.
No temas, ellos harán lo posible. Pero te escribo para que sepas que estoy justo en cuerpo del joven, que ama al cuerpo de la mujer, dueña tuya.
Yo creía que solo el hombre en su integridad podría amar, pero siendo sólo un músculo, como dicen, sufro y te puedo amar. Ahora corazón, podemos estar juntos, ya que los cuerpos de los que somos presos se aman. Y confiemos en los cuerpos, dueños de los demás corazones, que harán todo lo posible, para que junto a sus compañeros arbitren de manera correcta los métodos para que el corazón que se forme, fruto de nosotros dos, se realice con vida.
Gracias corazón, al fin, juntos. Y el día de mi latido final, se que tu dueña estará junto a mi amo, amándose, solo dile a él cuando puedas, que mientras los médicos hagan su mayor trabajo yo estaré esperando a que nuevamente tú me puedas curar, siempre junto a ti corazón, por un latido más.
Este Corazón quiere darte las gracias por ser como sos. Gracias Corazón, Corazón gracias, por un latido más.


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