De tu compañía he aprendido, mucho más de lo que crees.
Te aprendí, como una mujer de valor, mucho valor.
De las que puede estar en muchas cosas, y cumplir con todas ellas.
De las que saber sudar y trabajar para lograr
su éxito y encima eres de las bellas.
Esas que sobresalen de las demás solo porque eres,
de todas las presentes, la mejor.
Ha transcurrido tiempo, hemos cambiado, madurado y crecido.
Llego el momento del encuentro, así que hemos hablado y trabajado juntos.
“Así que te va bien en los estudios?” Preguntaste, dando por sabido.
“A ti también” Aunque de apoco perdía mi promedio, por varias distracciones.
“He aprendido, a no ser tan sumiso,
da lugar a confusión”
Con el afán de juntarnos, para hacer lo nuestro,
trabajar en lo que nos pertenecía.
Para el encuentro nunca combinamos horarios,
ni agendas factibles, ni ratos libres.
Tú con tus miles de cosas y yo con mi estudio,
atormentado de cosas por hacer,
y estudiar era la única y primordial
Eras mas grande que yo y sabias lo que yo no
“No vamos a poder juntarnos si no… el miércoles ¿Podes?”
Era el único horario posible.
“No puedo, estoy ocupado” Contesté.
En el tormento de la breve pausa mortal, un torrente de frío,
y con aroma a otoño, corre por dentro mío.
“¿Por qué? ¿Qué tenés que hacer?” Preguntaste inocentemente.
Me hiciste entender, que yo no tenía nada que hacer,
que solo no podía, por mi tormento de niño de llenarme el día.
Pero de cosas que no valían la pena, si daban experiencia,
pero no me daba futuro, ni era importante, como otras cosas que debía.
Finalmente dije “Nada” nos juntamos y el trabajo fue la envidia.
Solo recuerdo en el instante en que largaste el “¿Qué tenés que hacer?”
Me pintaste la ironía sarcásticamente, diciéndome
Que no superponga nada a otra cosa que sea menos importante.
Que no haga en eso incapié.
Entendí, finalmente, que hay tiempo para todo
Si se hace lo correcto, de forma correcta, a pesar de todo,
con la inteligencia de por medio, portando
Paz, Fuerza y Voluntad.
Todo termina con el “Si” final,
de hacer todo lo que pueda en la vida,
pero que me brinde alegría, me de futuro
fortaleza y autoestima.
Me pintaste la ironía sarcásticamente, que buena frase
ResponderEliminar