Secuestro

En el sueño, de aquella materia pendiente;

y no se si esto responderá tu antiguo comentario.

Pero se que sabes de aquel deseo arraigado en mí,

y que nunca te resolví.

Aquella ilusión que un día callé y solo en mi mente quedó.

De encontrarnos otra vez,

como siempre, pero sin trabajo de por medio,

ni tiempos, ni lazos, ni "peros".

Y que nadie se pregunte por mí,

para que al seguirte,

y verte, y verte reír,

e ir hasta donde estés;

proceder al secuestro que siempre soñé.

Llevarte a una humilde mansión abandonada,

de pequeñas paredes agrietadas,

donde estén las cosas imposibles;

y tú y yo.

Pero que nadie me busque,

ni sepa donde estoy.

Y tenga lo necesario para sobrevivir los dos.

Y volver al tiempo en que te conocí,

solo para estar con vos, como te conocí,

en un lugar los dos sin salir de ahí
sin nada que hacer, 

solo ser ahí y estar en tu presencia,
y tu para mí.

Solo para estar ahí,
que solo Dios nos vigile.

Y no me tenga que percatar del que asecha en mí.

Pero como es imposible que se dé, lo sabes,

solo me queda pensar que queriéndote,

pensando en solo ser tu sombra,

para estar siempre ahí,
al lado de ti, 

de modo que nunca, ni si quiera jamás,

no haya ni tiempo, ni lugar, ni modo, 

ni manera alguna de que yo me olvide,

me se pare o pienses que me fui, 

ni nada que permita lo imposible;

de que mi alma se separe
algún día de ti.

La virtud del pobre

Mucho mas vale vivir riendo en un rancho,

que llorando en un palacio.