... Con las Alas del Alma desplegadas al vient¤ ...

viernes, 21 de noviembre de 2025

Ser así para ti.


Amo tu autenticidad.

Tus modos.

Tus cambios.

Tu corazón.

Te amo fuerte y te amo debilitado.

Amo cuando te acercas.

Y cómo te alejas.

Me encanta escucharte y me encanta también que pase el silencio entre nosotros.

Amo lo mío que sos, sin serlo.

Y viceversa.

Amo que me sorprendes siempre.

 Cada vez más te conozco , más me sorprendo.

Más quiero conocer de vos.

Es como sentirme en la orilla de un océano.

Y a veces mojarme los piecitos.

Con una ola que se acerca y se va.

Y siento esas sensaciones del agüita en los pies.

Y la recuerdo hasta que vuelve a crecer la marea.

Y me moja hasta los tobillos.

Me quedo ahí,  y me moja más cerca de la rodilla.

Y me quiero meter pero tengo que esperar en la orilla.

A que siga creciendo la marea.



miércoles, 12 de noviembre de 2025

Allí


Si este cuerpo me lo permitiera.

Te llevaría al infinito para mostrarte

que termina allí.

Decirte que te hubiera querido

del mismo modo.

Aunque el tiempo no existiera.



Camino a casa


Caminé por el borde de tus dedos,

y llegué al centro de tu palma.

Reposé en el silencio de tu presencia,

me encandilé con el brillo de tus palabras.

Me encendí cuando me nombraste sin descanso

Y el sonido de tu voz me recordó el camino a casa

Quiero despertarme para no perderme.

Nunca antes me sentí tan a salvo, tan cuidada,

tan envuelta en tu mirada.

Florencia Mele

El tiempo y sus trampas

 

Hay tanta gracia de Dios en vos,

tanta sabiduría en tus palabras.

Aprendo del tiempo  a tu lado,

teniéndote cerca parece un suspiro,

pierde sentido.

Y cuando estas lejos los días son meses.

Los meses son años.

El tiempo y sus trampas...

Me atrevo a decir que desde que te conocí,

 el tiempo juega con la esperanza.

¿Cómo me explico

que se detenga en tu mirada?

Como si la vida descansara.

Florencia Mele

viernes, 17 de octubre de 2025

Un asalto al Corazón


Hay encuentros que llegan
con la forma del amor,
pero su fin es despertar.
No suceden para quedarse,
vienen a friccionar
el alma hasta que recuerde
su temperatura.

El agua, reconoce su reflejo en el fuego,
y por instantes ambos,
uno creen ser.
El fuego, bebe de esa calma,
que no sabe ser;
el agua enciende,
una claridad que desborda.

Cuando se miran,
algo más grande los mira a ellos.
No hay culpa,
sin demora,
pero tampoco pureza en ese gesto.
Solo dos fuerzas que se reconocen,
fuera del tiempo.

El fuego sigue su viaje,
el agua vuelve a su cauce.
Nadie vuelve igual.
Y aunque este mundo no lo entienda,
están destinados a la impermanencia,
esos amores,
no se vienen a quedar.

La vida,
sabe que son sagrados.
Abren, limpian, remueven
y dejan la puerta entreabierta
a lo infinito.
Hacia lo que todavía no había
sido visto.





Florencia Mele

viernes, 5 de junio de 2020

Abuelo Lalo

Con lágrimas, agrias de asombro,
que quieren borrar la historia,
de un roble,
sólido tronco que solo aprendió
a dar amor en las sombra.
Si áspera fue tu caricia,
pulida toda mi infancia.
Nostalgias, 
de un tiempo rudo que siempre lo fue,
la tristeza de tu sabia
Recordare lo caro que fui para ti,
y lo barato de tu afecto sin dobles.
No alcanzan, 
las palabras pa´ decir,
lo que fuiste en estos años.
Tus ánimos siempre oscilantes,
son hojas, robusto árbol.
Impones, 
regida y dulce la fuerza de amor,
que se parece a un relámpago.
Sarcástico, si, por instantes,
pero duele verte tan manso.
Lo sabes,
y tarde siempre te hablé,
pero tu escucha fue cálida.
Las páginas de tu escarmiento,
no fueron solo el espejo,
de un tronco, 
que impávido adusto creció,
y supo criar las águilas.
Guardare las horas que yo te viví,
y lamentare el tiempo que no te preste.
Ausente, 
Abuelo Lalo, no estas pero aún,
vigente en todo lo que seré.



jueves, 13 de diciembre de 2018

Tratado de la verdadera devoción


¿Podrá extraviarse en el camino de la eternidad
un hijo obediente a María,
quien por si misma lo alimenta
y es su guía esclarecida?